Derecho a jugar,
a tener una familia,
a no ser maltratados,
a cuidar su salud,
a estudiar,
a NO INUNDARSE,
a ¡¡SER ESCUCHADOS!!
Hacer un trabajo como el de "Los Derechos del niño" nos mostró otra vez, lo naturalizado que los chicos tienen sus condiciones de vida. Les cuesta un montón reconocer que si bien las cosas SON ASÍ, deberían ser de otra manera.
Cuando hablamos de "derecho a la justicia" decían que la policía les hacía lo que quería. Cuando hablamos de derecho a un hogar que no se inunde, contaban anécdotas de la inundación.
Si bien la idea de "violación" de un derecho fue difícil de trabajar, me pareció importantísimo que los chicos tomen contacto con estas nociones.
Que el trabajo se haya extendido varias clases, y que el pizarrón todavía esté en la salita, seguro les deja a los chicos algo. Y sin duda, nosotros también, los que aprendemos con ellos.
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