martes, 5 de agosto de 2008

La militarización de los pibes avanza

Cipayaje escolar
Por: Carlos del Frade (APE)
Fecha publicación:04/08/2008

A principios de los años noventa, cuando comenzaba la profundización del saqueo en la Argentina, los pibes pasaron de ser los únicos privilegiados a los primeros perjudicados. Macabra vuelta de campana en la crónica del país.

Después comenzaron los distintos despojos materiales y espirituales. Los patrimonios construidos por el aporte de las mayorías eran transformados en negocios para muy pocos.

Y los pibes, entonces, no solamente pagaban los costos, sino que también eran señalados como potenciales enemigos de la sociedad.

De cuidar a los chicos, a cuidarse de los pibes, como diría el militante poeta Alberto Morlachetti.

Surgió en la espesura de aquella década oscura, la idea de convertir a chicas y chicos en celadores de sus propios amigos y compañeritos.

Una especie de cipayaje escolar. Trabajar para el dominador desde niños. Y educarse en la delación y la mano dura.

Fue en la provincia de Salta, en uno de los techos del país, que comenzó a funcionar en la comisaría cuarta de la ciudad capital. Corría el año 1990. En el presente ya hay cuarenta y dos cuerpos de policías infantiles. Reúnen a casi tres mil chicos que tienen entre seis y dieciséis años. Chicos y chicas, policías infantiles de la provincia de Salta. Una nueva perversión del sistema.

La descripción que hacen las crónicas periodísticas no deja de generar estupor, rechazo: 'Cada semana, más de cuatro mil chicos y chicas de entre 6 y 13 años aprenden en Salta a marcar el paso marcial, a la espera del próximo acto cívico al que serán invitados a desfilar por las autoridades gubernamentales. Son integrantes de los cuerpos de policía infantil de la provincia. En total hay 72 y dependen de las comisarías de la capital y de localidades del interior. Los instructores de los pequeños uniformados son policías. Se trata de una extensa y controvertida estructura de contención de niños y niñas de sectores vulnerables: les ofrecen actividades deportivas y recreativas, pero también una cultura de mando y recia disciplina. Los domingos los llevan a misa', apuntan las noticias.

Fomentar el cipayaje escolar, parece ser la nueva herramienta de domesticación y la renovada apuesta de dividir lo popular a favor de los intereses de los que son pocos.

No hay cambios en la práctica. Aquello inventado por el menemista Juan Carlos Romero, hoy sigue practicándose por el kirchnerista Juan Manuel Urtubey, para ratificar el carácter invicto de la matriz de los años noventa, su continuidad.

Agregan los informes que 'la policía va por más: ahora está armando la creación de Brigadas Juveniles para captar a los adolescentes y jóvenes'.

Convertir las víctimas en victimarios, cipayaje escolar y adolescente.

Que las víctimas controlen a las nuevas víctimas.

Pero la invención salteña goza de buena salud.

En la provincia de Mendoza, cuando Julio Cobos era gobernador, fue creada -en 2006- la llamada Primera Agrupación de Policía Infantil San Ignacio Loyola, en homenaje al patrono de la policía mendocina, la misma que mató al pibe Bordón y que goza del extraño mérito de ser una de las más feroces fuerzas de seguridad del país.

Aunque hay críticas por esta militarización de los pibes, el sistema avanza.

Quieren fomentar la mentalidad represiva, celadora y delatora en los pibes. El cipayaje escolar avanza...

http://www.argenpress.info/nota.asp?num=057579&parte=0


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