El día sábado 27 a partir de las 16.30 se llevó a cabo la tercer Asamblea barrial en la sede de Manzanas Solidarias, para tratar el tema del traslado compulsivo de algunas familias de Bajo Judiciales, la actual situación de precariedad en la que viven y el proyecto de seguir con el desalojo a los vecinos que se resistieron y a los de Playa Norte.
Fue nuevamente llamativa la ausencia del ejecutivo municipal, secretaría de Planeamiento Urbano y Desarrollo Social responsables de los atropellos y transgresiones a las normativas, demostradas en el traslado de 18 familias del Bajo Judiciales al nuevo sitio bautizado como “Los quinchitos”. Se trató luego lo específico a todas las transgresiones llevadas a cabo por el ejecutivo municipal en el traslado mencionado , especialmente a la resolución Nº 13.365 que definía las condiciones básicas que debían precederlo, situación que llevó a la intervención activa de la mayor parte del Concejo municipal para frenar este procedimiento. En este sentido se leyó el pedido de informes al fiscal municipal, presentado por algunos concejales, frente a los incumplimientos de la resolución y a la situación de ilegitimidad en que se colocó a las familias dado que no se inició en concreto el proceso de la expropiación.
Los vecinos expusieron sus reclamos, miedos y aspiraciones a no ser tratados inhumanamente, frente a lo cual el Ministro Farías les afirmó que nadie puede ser desalojado sin orden judicial, que se ocuparía de informar de todo los sucedido al gobernador y de interceder ante el ejecutivo municipal para que no se siga adelante con la re-ubicación, dado que no existen condiciones básicas. Así mismo subrayó que el gobierno provincial no aportaría fondos para este proyecto si no se cumplen las condiciones de expropiación y viviendas dignas.
Los Concejales comprometidos en la problemática insistirán en lograr una normativa/ordenanza que establezca las características de las “viviendas sociales” en el ejido municipal, así como en mantener la exigencia al ejecutivo municipal para que cumpla las normas y reglamentaciones existentes.
Las ONG relacionadas al hábitat, dejaron ver claramente la diferencia entre: dar una “solución habitacional” y llevar a cabo un “plan de viviendas”, apuntado lo primero a módulos precarios que nunca llegan a ser viviendas dignas, por falta de cumplimiento en infraestructuras de servicio, títulos de propiedad y ayudas para mejoras, mientras que hablar de un plan de viviendas implica un programa y planificación seria donde se incluyen informes y trabajos técnicos-sociales, además de la necesaria participación de los vecinos.