El Litoral- En el Barrio Chaqueño
http://www.ellitoral.com/index.php/id_um/48034-mataron-a-tiros-a-dos-jovenes-en-el-norte-de-la-ciudad
El otro crimen se cometió en inmediaciones de la esquina que forman las calles Lavalle y Larrea.
Aproximadamente a las 2.30 del viernes los vecinos escucharon detonaciones de armas de fuego y al salir a la calle se encontraron con un joven de apenas 18 años, quien presentaba un disparo en el pecho y otro en la espalda.
Se trataba -dijo una fuente policial- de Javier Barrera, quien fue llevado velozmente al hospital Cullen de nuestra ciudad. Los profesionales del centro de salud trabajaron arduamente, pero finalmente el muchacho falleció cerca de las 4. Por el momento, son muy pocos los indicios sobre lo ocurrido.
Lo conocíamos como Javito... Sí, desde que era un chiquito, junto a sus cinco hermanos... viviendo a la vera del camino hacia Chaco Chico bajo cuatro chapas... subiendo al terraplén cuando llovía y se inundaban... con flacuras que dolían... con su madre sufrida y sufriente... ojos negros de golpizas.
Empezaron a ir a la escuela del Chaquito... salteado, claro por las circunstancias y las distancias. Un día nos enteramos que a su padre lo habían matado... alcohol, pelea por una moneda, (literalmente, una moneda que llevó a una discusión)... un garrotazo y varios días de terapia hasta la muerte.
Se mudaron al barrio Chaqueño... sus cuatro chapas ahora pegadas a las vías de tren... un nuevo hombre en la casa... empapado en alcohol... dos hijitas más. Son 7 ahora. La llegada a la escuela cada vez más salteada... les conseguimos bicicletas, pero el entusiasmo duró dos días... inscripciones todos los años en escuelas más cercanas... siempre a un segundo grado!... un mes y abandono.
Los chicos fueron creciendo... el pegamento los envolvió. Cuántas veces los veíamos tan cerca del tren en un estado semi-inconciente...
Denuncias... Intentos vanos... nadie puede controlar la venta del pegamento? No podíamos entender esta simpleza... sale una ordenanza... como tantas que no sirven para nada... sólo papeles, que nadie hace cumplir... es que poco importa que se quemen un poco más los pobres.
Cierto verano, una de las hermanitas, siendo bebé, sufre quemaduras de tercer grado por haber quedado bajo las chapas del rancho en esos días que la temperatura ronda los 45 y la sensación supera los... cuántos grados serán bajo las chapas...?! (habría que incorporar ese índice: "sensación térmica bajo chapa”). LA recuerdo a Mabel, su madre, desesperada, llorando con su hijita rojísima, buscando aloe... Por supuesto que terminó internada.
Javito una vez se subió a la parte trasera de un camión... 9 añitos... se soltó, golpeó su cabeza en el asfalto... Terapia intensiva... "se salvó entre los indios", dijeron los médicos.
Cuántas veces los buscamos para que vengan a los talleres de las Manzanas Solidarias... y aunque poca escuela tenían, demostraban inteligencia y ganas... La Huerta los vio pasar, el taller de Periodismo, el de Fútbol y el apoyo escolar... Pero volvían a desaparecer y en cada re-encuentro el afecto, el reconocimieto, los recuerdos... pero mostrándonos descarnadamente su caminar, bordeando el filo de la muerte...
La madre desesperada hizo las gestiones para que “alguien” se hiciera cargo... No puede más, no puede controlar a sus hijos. El Juzgado de menores en sus mil caminos burocráticos, sin salidas adecuadas a esta realidad... trámites, camionetas del juzgado que los buscan, huídas, desesperación... La madre que se encuentra en esa triste situación de “entregadora”... Falla todo... ella es citada... se compromete a mandarlos a la escuela a cuidarlos, sabiendo que ya no puede. Cada tanto citaciones... algún control esporádico... No hay alternativas...
Pasan los años... Javito cae preso varias veces, cada vez por cosas más pesadas. Hace un tratamiento dentro de la cárcel por las adicciones... Sale... recae, por supuesto. Nada cambió en su barrio ni nadie le propone algo diferente. En el Juzgado fue un número de expediente.
Hace unos meses se volvió a salvar: un tiro el el abdomen. Los chicos del barrio nos contaron que había muerto, tal era el estado en que lo llevaron... zafó otra vez.
Pero en esta Navidad, murió.
Lili Berraz
Publicamos este escrito sin imágenes por varios motivos: en primer lugar porque lo que escribe Lili es lo suficientemente gráfico y tocante, aún dentro de su aire de "ya escuchado... ya visto", en esta Argentina post dictadura, post neliberalismo, post-ergada y saqueada. En segundo lugar porque este mismo blog está plagado de imágenes que pueden ilustrar este artículo y sobre todo porque los invitamos a ver más de cerca como viven los pobres (ninguno de nosotros se bancaría ni media hora de esa vida) visitando el Barrio Chaqueño, Playa Norte o cualquier barrio similar, pero sobre todo los invitamos a comprometerse realmente con estas situaciones... hay muchos modos de hacerlo. También los invitamos a visitar el blog de los Chicos de Playa Norte (http://loschicosdeplayanorte.blogspot.com/) donde hay varios videos realizados por ellos mismos sobre su barrio y su gente, y cómo se vive en la pobreza. La muerte de Javito parece indicar un camino de desesperanza, en cambio cada día, nuestro contacto cotidiano con los chicos y sus familias, a través de los varios talleres y actividades que realizamos, y la creatividad y constancia puesta en juego por muchísimos chicos, nos hacen ver otros caminos y la concreta posibilidad de solución de la mayoría de los problemas si el Estado (nacional, provincial y municipal) tuviera real voluntad de cambio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario