jueves, 24 de septiembre de 2009
Un artículo del periódico PAUSA
Lo que la alfombra no puede tapar
Por su entorno natural, fue una zona privilegiada de Guadalupe. Pero desde hace unos años se convirtió en un basural. Los vecinos reclaman y las respuestas no conforman. El destino de la basura y el cuidado del medio ambiente en playa norte: dos cuestiones difíciles de conciliar.
Por Mauro Epelbaum
Años atrás, no muchos, Playa Norte era, desde el punto de vista natural, un sitio privilegiado de la ciudad. Al lugar, una de las zonas más bellas y cuidadas de la laguna Setúbal, concurrían a diario, pero especialmente los fines de semana, decenas de personas para disfrutar del sol, la playa, el paisaje y los deportes acuáticos. Una especie de paraíso local se cernía en el extremo noreste de la ciudad, allí donde hoy culmina formalmente la calle Riobamba. Desde ese final y hacia el este, un camino de alrededor de 200 metros comunica hacia un bajo de una hectárea que, según vecinos del barrio, hace aproximadamente 30 años era utilizado como sector de hornos para la fabricación de ladrillos. Hoy, ese terreno constituye un inmenso basural cuyos desechos contaminan las aguas de la laguna y truecan el edén de antaño por el mal olor y un panorama lamentable para la vista. El problema, explica Liliana Berraz, presidenta de la ONG Manzanas Solidarias, que trabaja especialmente en la zona de Playa Norte, radica en que ese terreno “es un reservorio natural pluvial”, es decir, un bajo natural adonde va el agua de lluvia que luego vierte en la laguna. “Es una zona que está a dos o tres metros de desnivel respecto del resto de Guadalupe, y tanto la lluvia como la laguna, cuando crece, inundan todo ese terreno, llevando basura a las aguas y por lo tanto contaminándolas”.
El lugar es propiedad de la empresa de contenedores Mallozzi S.A.; desde hace al menos diez años lo utiliza como espacio de descarga de residuos. Se trata, según aclaró el subsecretario de Ambiente de la Municipalidad, Roberto Celano, de residuos inertes, es decir materiales de desechos provenientes de la construcción: tierra, escombros, vidrios, pastinas, entre otros, y por lo tanto no contaminantes. “La autorización que tiene la empresa –enfatiza– es solamente para la disposición de residuos inertes. No puede rellenar con basura. La basura se debe llevar al relleno sanitario que es el único lugar habilitado y permitido”.
–Entonces, ¿cómo llega la basura a ese lugar?
–Es muy probable que la esté llevando la gente de la villa, o lado pobre del barrio, de los cuales el 95% vive de la basura.
Desde Manzanas Solidarias, si bien no niegan que algunas personas del lugar arrojan basura en el bajo, atribuyen la mayor responsabilidad a Mallozzi. “No sólo es la que más basura arroja, sino que no respeta ningún tipo de reglamentación, ya que en los contenedores traen de todo, desde material orgánico hasta bolsas de plástico, latas, productos químicos o animales muertos”, dijo Berraz.
ACERCA DEL CONTROL. Los reclamos sobre lo que se arroja en el basural vienen siendo presentados desde hace años por los vecinos del barrio a los distintos gobiernos municipales. Celano sostiene que durante la actual gestión “se ha hecho, el año pasado y desde la Secretaría de Control, un sistema de cierre para no permitir el ingreso de ninguna carga prohibida a ese lugar, con lo cual creemos que sustancialmente se fue mejorando la situación”.
En Manzanas Solidarias, sin embargo, aseguran que la promesa de mayores controles hecha desde el municipio por el coordinador del Distrito Este, Jorge Rico, no se cumplió: “Los camiones con basura contaminante siguen depositando sus cargas en el lugar sin ningún tipo de filtro”.
UN NUEVO BASURAL. Hace cinco meses la empresa Mallozzi comenzó a descargar los residuos de sus contenedores en un sitio ubicado a unos 50 metros de la playa. El lugar de depósito es ahora la continuación de calle Riobamba hacia el norte. Roberto Celano explica que en principio la Municipalidad le solicitó a la empresa que mantuviera limpio ese sector, aunque “luego se le pidió que lo rellenara para mantener el nivel de la calle de modo que esta continúe y siga con la línea de la costa. Se le pidió rellenarlo, pero no con basura ni con ningún tipo de elementos contaminantes”, aclaró.
Por su parte, la titular de Manzanas Solidarias sostiene que Mallozzi no sólo arroja basura prohibida en el lugar sino que el mencionado relleno se está realizando “por dentro de de la trayectoria del camino costero”: es decir, dentro del límite de crecimiento de la laguna. De ser así, al crecer la Setúbal se toparía con el relleno y arrastraría la basura hacia las aguas, reforzando de esa manera la contaminación que ocurre por la llegada de desechos a través del bajo.
“He recibido denuncias y lo he podido comprobar que hay un geriátrico que ha llevado pañales al depósito de residuos inertes. Estamos tratando de identificar cuál es el geriátrico, pero no nos consta que (la empresa de contenedores) Mallozzi haya arrojado otro tipo de residuos que no sean los inertes”. Roberto Celano, subsecretario de Ambiente de la Municipalidad.
“Acá dentro de unos meses la laguna llega y no hay solamente tierra y escombro sino que también hay latas, plástico, animales muertos. También trajeron cosas de un laboratorio. A nosotros nos llama la atención y los vecinos de la zona dicen que están cansados de quejarse y piden que esto se termine”. Liliana Berraz, de la ONG Manzanas Solidarias.
http://periodicopausa.blogspot.com/2009/09/lo-que-la-alfombra-no-puede-tapar.html
Por su entorno natural, fue una zona privilegiada de Guadalupe. Pero desde hace unos años se convirtió en un basural. Los vecinos reclaman y las respuestas no conforman. El destino de la basura y el cuidado del medio ambiente en playa norte: dos cuestiones difíciles de conciliar.
Por Mauro Epelbaum
Años atrás, no muchos, Playa Norte era, desde el punto de vista natural, un sitio privilegiado de la ciudad. Al lugar, una de las zonas más bellas y cuidadas de la laguna Setúbal, concurrían a diario, pero especialmente los fines de semana, decenas de personas para disfrutar del sol, la playa, el paisaje y los deportes acuáticos. Una especie de paraíso local se cernía en el extremo noreste de la ciudad, allí donde hoy culmina formalmente la calle Riobamba. Desde ese final y hacia el este, un camino de alrededor de 200 metros comunica hacia un bajo de una hectárea que, según vecinos del barrio, hace aproximadamente 30 años era utilizado como sector de hornos para la fabricación de ladrillos. Hoy, ese terreno constituye un inmenso basural cuyos desechos contaminan las aguas de la laguna y truecan el edén de antaño por el mal olor y un panorama lamentable para la vista. El problema, explica Liliana Berraz, presidenta de la ONG Manzanas Solidarias, que trabaja especialmente en la zona de Playa Norte, radica en que ese terreno “es un reservorio natural pluvial”, es decir, un bajo natural adonde va el agua de lluvia que luego vierte en la laguna. “Es una zona que está a dos o tres metros de desnivel respecto del resto de Guadalupe, y tanto la lluvia como la laguna, cuando crece, inundan todo ese terreno, llevando basura a las aguas y por lo tanto contaminándolas”.
El lugar es propiedad de la empresa de contenedores Mallozzi S.A.; desde hace al menos diez años lo utiliza como espacio de descarga de residuos. Se trata, según aclaró el subsecretario de Ambiente de la Municipalidad, Roberto Celano, de residuos inertes, es decir materiales de desechos provenientes de la construcción: tierra, escombros, vidrios, pastinas, entre otros, y por lo tanto no contaminantes. “La autorización que tiene la empresa –enfatiza– es solamente para la disposición de residuos inertes. No puede rellenar con basura. La basura se debe llevar al relleno sanitario que es el único lugar habilitado y permitido”.
–Entonces, ¿cómo llega la basura a ese lugar?
–Es muy probable que la esté llevando la gente de la villa, o lado pobre del barrio, de los cuales el 95% vive de la basura.
Desde Manzanas Solidarias, si bien no niegan que algunas personas del lugar arrojan basura en el bajo, atribuyen la mayor responsabilidad a Mallozzi. “No sólo es la que más basura arroja, sino que no respeta ningún tipo de reglamentación, ya que en los contenedores traen de todo, desde material orgánico hasta bolsas de plástico, latas, productos químicos o animales muertos”, dijo Berraz.
ACERCA DEL CONTROL. Los reclamos sobre lo que se arroja en el basural vienen siendo presentados desde hace años por los vecinos del barrio a los distintos gobiernos municipales. Celano sostiene que durante la actual gestión “se ha hecho, el año pasado y desde la Secretaría de Control, un sistema de cierre para no permitir el ingreso de ninguna carga prohibida a ese lugar, con lo cual creemos que sustancialmente se fue mejorando la situación”.
En Manzanas Solidarias, sin embargo, aseguran que la promesa de mayores controles hecha desde el municipio por el coordinador del Distrito Este, Jorge Rico, no se cumplió: “Los camiones con basura contaminante siguen depositando sus cargas en el lugar sin ningún tipo de filtro”.
UN NUEVO BASURAL. Hace cinco meses la empresa Mallozzi comenzó a descargar los residuos de sus contenedores en un sitio ubicado a unos 50 metros de la playa. El lugar de depósito es ahora la continuación de calle Riobamba hacia el norte. Roberto Celano explica que en principio la Municipalidad le solicitó a la empresa que mantuviera limpio ese sector, aunque “luego se le pidió que lo rellenara para mantener el nivel de la calle de modo que esta continúe y siga con la línea de la costa. Se le pidió rellenarlo, pero no con basura ni con ningún tipo de elementos contaminantes”, aclaró.
Por su parte, la titular de Manzanas Solidarias sostiene que Mallozzi no sólo arroja basura prohibida en el lugar sino que el mencionado relleno se está realizando “por dentro de de la trayectoria del camino costero”: es decir, dentro del límite de crecimiento de la laguna. De ser así, al crecer la Setúbal se toparía con el relleno y arrastraría la basura hacia las aguas, reforzando de esa manera la contaminación que ocurre por la llegada de desechos a través del bajo.
“He recibido denuncias y lo he podido comprobar que hay un geriátrico que ha llevado pañales al depósito de residuos inertes. Estamos tratando de identificar cuál es el geriátrico, pero no nos consta que (la empresa de contenedores) Mallozzi haya arrojado otro tipo de residuos que no sean los inertes”. Roberto Celano, subsecretario de Ambiente de la Municipalidad.
“Acá dentro de unos meses la laguna llega y no hay solamente tierra y escombro sino que también hay latas, plástico, animales muertos. También trajeron cosas de un laboratorio. A nosotros nos llama la atención y los vecinos de la zona dicen que están cansados de quejarse y piden que esto se termine”. Liliana Berraz, de la ONG Manzanas Solidarias.
http://periodicopausa.blogspot.com/2009/09/lo-que-la-alfombra-no-puede-tapar.html
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Gracias por el link, Enzo y gente de Manzanas!
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