por Carlos del Frade (APE)
Dante sería un cronista menor en la crepuscular Argentina del tercer milenio.
Homero apenas podría aspirar a comentar los partidos de fútbol.
Es que la exageración y la contradicción están naturalizadas en estos arrabales del mundo.
Si hay algo que cada uno de los habitantes del país de los argentinos tiene claro es la reconocida ferocidad de la policía de la provincia de Buenos Aires, tipificada como 'la maldita policía' o, simplemente, la Bonaerense.
Un ejército de más de cuarenta mil hombres y mujeres armados que arrastran las prácticas más nefastas de las generadas en las últimas cuatro décadas.
Desde fines de los años noventa, purgas y purgas son anunciadas en forma paralela que cuando surgen noticias de secuestros la mayoría de los funcionarios provinciales y nacionales, amén de los medios de comunicación, apuntan, inexorablemente, a 'la bonaerense', a la famosa y nunca real mano de obra desocupada.
La todavía vigente laceración en el cuerpo social de los argentinos de la desaparición de Jorge Julio López está teñida por los colores de la sombra de la policía de la provincia de Buenos Aires.
Por eso hay decisiones que no dejan de sorprender, de alarmar.
De creer que, efectivamente, ni Dante ni Homero hubieran imaginado una escena tan contraria al sentido común.
¿Usted dejaría que sus hijas o hijos sean educados por integrantes de 'La Bonaerense'?
No se apure. Ya hay alguien que lo pensó por usted.
La información señala que medio millar de pibas y pibes, entre ocho y catorce años 'serán capacitados en seguridad vial y en prevención de delitos infantiles cometidos en escuelas'.
La didáctica estará en manos de los representantes de la llamada Superintendencia de Policía de Seguridad Vial.
No queda claro qué relación hay entre prevención de accidentes o seguridad vial y esos dos vocablos juntos 'delitos infantiles'.
Porque si ya es todo un problema que la policía de Buenos Aires enseñe a los chicos, mucho más preocupante es intentar dilucidar qué quiere decir semejante categoría delictiva.
De tal forma, los reciclados profetas del odio estarán felices porque ahora no solamente cuentan con grandes medios de comunicación que imponen la supuesta necesidad de bajar la edad de imputabilidad para castigar a los hijos del pueblo empobrecido sino que también han logrado que se introduzca en las escuelas la noción de una aparente realidad criminal protagonizada por nenas y nenes menores de catorce años.
Y allí estarán los afamados profesores de La Bonaerense, tal como lo dice la nota: 'los 500 niños serán capacitados en 'Prevención de delitos infantiles en la escuela', charla a cargo de efectivos de la comisaría de la localidad platense de Villa Elisa'.
El doble colmo de la impunidad, los integrantes de la 'maldita' policía serán no solamente educadores sino también expositores de las tremendas calamidades que chicas y chicos son capaces de producir al género humano.
Una postal de la realidad que dejan a Dante y Homero como simples copistas de avisos clasificados.
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