viernes, 12 de febrero de 2010

La situación sigue mejorando en Playa Norte y Bajo Judiciales


La extracción permanente del agua y el cierre hermético de las compuertas, hizo que en cuestión de horas la mayoría de las casitas estén ya sin agua.



El camión sanitario instalado en las cercanías, atiende con médicos y enfermeras de 8 a 14.


A partir de ayer, la policía tiene una casilla, lo que le permitirá la
custodia permanente de las instalaciones de las bombas



 
Los vecinos empiezan a sentir tranquilidad y comprensión.
Están siendo relevados por asistentes sociales del Ministerio de Desarrollo Social
y de la Municipalidad  



Los vecinos de Playa Norte y Bajo Judiciales, junto a Manzanas Solidarias agradecen la presencia del Estado.

Por haber acompañado en el sufrimiento de las anteriores inundaciones, esperamos que las autoridades hayan hecho algunos aprendizajes como:

- escuchar con humildad la sabiduría de quienes han tenido experiencias anteriores

- escuchar la voz de los pobres y excluidos antes de priorizar negocios inmobiliarios

- reconocer que la soberbia no es buena consejera

- evaluar que se hubiera evitado el dolor de los pobres de perder lo poco que tienen, también los piquetes, los perjuicios a toda la población por la falta de algunas líneas de colectivos, el gasto en chapas y tirantes, si se hubiera colocado la bomba cuando los vecinos la solicitaron pacíficamente y en reiteradas oportunidades.


Se solicita

- mayor equidad en la asistencia, con conciencia de que ahora son las "autoridades electas" , que no están en campañas y que no deben responder a compromisos con punteros. Ahora se deben a todos por igual, primero socorriendo a los más necesitados.

- una planificación responsable de un futuro traslado, que deberá ser definitivo y digno.

Manzanas Solidarias


¿Es posible la convivencia en nuestra ciudad... entre sus habitantes y los funcionarios?

Leímos en la sección Buzón de El Litoral de ayer jueves 11 de febrero de 2010 la carta de un lector que coincide con el punto de vista que hemos venido expresando durante estas tensas semanas de inundación, amenazas de relocalizaciones, piquetes, denuncias, malestares y disputas varias.

Confesamos que habíamos entrado en internet a leer la carta, atraídos (negativamente) por el título puesto por la redacción del vespertino local, que es, como mínimo, "engañoso: ¿Es posible la convivencia en nuestra ciudad?, que sugiere la posibilidad - o imposibilidad -  de una idílica convivencia entre inundadores e inundados, entre pobres y empobrecedores, entre discriminados y discriminadores, etc., etc. Quedamos en cambio gratamente sorprendidos por el contenido de la carta y comprobamos una vez más que, muchas veces, el título de una nota en los medios transmite la línea ideológica del medio, mientras que el artículo mismo puede deslizar verdades difíciles de negar u ocultar.

La carta está firmada y con DNI de su remitente, pero aquí publicamos solamente el texto. La carta firmada puede leerse aquí: www.ellitoral.com/index.php/diarios/2010/02/11/udopina/BUZON-02.html, mientras que las declaraciones del Secretario de Desarrollo Social de la Municipalidad a las que se refiere la misma, pueden leerse aquí: http://www.ellitoral.com/index.php/diarios/2010/02/04/opinion/OPIN-04.html.


Señores directores:


“Un chico en horario escolar es insultado cuando corre tratando de limpiar el vidrio de un auto. Un adolescente con la mirada perdida entra a un negocio y apunta decidido contra su dueño exigiendo los pocos pesos que tenía. Una mujer muy joven con su hijo en brazos y que reparte estampitas es echada de un bar. Un hombre mayor entra al hospital con principio de intoxicación por el contacto con la quema de basura...”.

Estos cotidianos hechos ciudadanos, que tan acertadamente describió el secretario de Desarrollo Social del gobierno de la ciudad de Santa Fe, no son sino producto de mucho más de 20 años de desidia y malas políticas para el común de la gente. Políticas implementadas no por la gente sino por la “clase política” de la que él forma parte y representa, independiente de la tendencia partidaria.


“... No existen soluciones mágicas. Tampoco se puede esconder el problema debajo de la alfombra...”. Yo me pregunto, y volviendo a coincidir, trasladar a mil personas de lugares en los que hace 20 años y más que viven y desarrollan su subsistencia a lugares donde deberán modificar su modo de vida y dicha subsistencia, sin la infraestructura mínima indispensable (sin agua, por ejemplo), ¿no es “... esconder el problema debajo de la alfombra...”.


“... las protestas y mezquinas manifestaciones de vecinos frente a medidas que intentan cambiar y mejorar la situación de otros vecinos..., el egoísmo y la defensa a ultranza de intereses particulares no colaboran para lograr una convivencia pacífica...”. No se me hubieran ocurrido mejores palabras para expresar lo que pienso. Volvemos a coincidir, entonces, no sé por qué el gobierno del que forma parte ataca e insulta la actitud de vecinos que lo único que pretenden es que las familias que sean trasladadas lleguen a un mejor lugar y el traslado no sea compulsivo, lo que redundará en una mejor calidad de vida para todos los vecinos de la zona (entre los que nos encontramos). Quizás para el secretario esto es egoísmo; pero no lo es el tomar decisiones que involucran la vida de las personas con la ligereza y el autoritarismo que muchas veces da el poder. Quizás para el secretario esto es la defensa de intereses particulares, pero no lo es trasladar personas por intereses inmobiliarios.


Formo parte de esta ciudad y provengo de un barrio donde más de uno no quisiera pasar ni de día, al que vuelvo casi diariamente porque me quedan muchos afectos. No me asustan las personas, tengan la condición social que tenga. Me asustan los funcionarios que pretenden imponer sus decisiones a cualquier costo, sin escuchar a quienes involucra. En esta realidad, se impone otra pregunta: ¿es posible la convivencia en nuestra ciudad entre sus habitantes y los funcionarios?