Escuchando Confesión del viento, de Juan Falú y Roberto Yacomuzzi, en la voz de Liliana Herrero, es inevitable asociarlo a la tragedia santafesina.
que siempre llevo conmigo,
un barrilete y tres niños,
que en realidad él no quiso,
en que todo es un estropicio...
Iba cargado de culpas
y seguía confesando,
no cabalgaba ni un pájaro,
un alma en pena penando,
tejió sus babas el diablo
(...)
Le pregunté por las chapas
del techo de los de abajo;
dijo: "el hombre ha de luchar
para conseguir los clavos,
en vez de hincarse a rezar
para olvidar sus quebrantos
o de sentarse a esperar
regalos eleccionarios."
pero no quise atajarlo,
¡vaya quien puede pararlo!