viernes, 9 de noviembre de 2007

Los condenados de la tierra



Bajo el título "Sobre un Estado en mal estado", APE (http://www.pelotadetrapo.org.ar/) publica el siguiente artículo de Oscar Taffetani:

Hay una humorada de café atribuida a James Joyce: "Ya que no podemos cambiar la realidad, cambiemos de conversación".

Ciertos funcionarios argentinos parecen estar en una mesa de café y tener esa clase de pensamientos.

No en una mesa de exiliados, como Joyce, lejos de su patria y asistiendo a la preparación de una guerra, sino sentados confortablemente en las butacas de sus despachos, examinando los reportes y estadísticas que otros burócratas, de alguna oficina del Estado (pongamos, el INDEC) elaboran para tranquilizar a los gobernantes.

La aplicación de la humorada de Joyce a los Objetivos del Milenio sería más o menos así: "Ya que no podemos cumplir con el objetivo número uno de erradicar el hambre y la pobreza extrema, entonces dediquémonos a otros objetivos..."

Es el razonamiento de un colegial que quiere aprobar a toda costa una materia: "ya que la bolilla del hambre no la sé y no alcanzo a estudiarla, entonces preparo las otras, que igual me dan puntaje".


Imaginemos que para 2015, cuando los países firmantes de la Declaración del Milenio (que consiguieron créditos y ayuda internacional por ello) deban presentar ante las Naciones Unidas sus informes sobre el cumplimiento de los Objetivos, la Argentina dirá -como un mal alumno o una maestra indulgente- que "no alcanzó todos, pero hizo el esfuerzo" y que "merece la promoción"...

Un triste escenario, que lamentablemente es posible: ver a los funcionarios del Estado argentino rindiendo, ante un organismo diplomático internacional, las cuentas que antes debieran haber rendido ante su propio pueblo, por incumplir con sus deberes y por dejar que en el granero del mundo y en el gordo país de la carne, fueran asesinados de hambre miles de niños e hijos de la pobreza.

La palabra genocidio, descontamos, no estará en las carpetas de esos funcionarios, ni en sus diapositivas. "Esa palabra -dirán ellos- corresponde a otras carpetas y otras diapositivas, a presentar en el próximo Foro de Derechos Humanos..."

El hambre y sus cómplices

"Desde el Gobierno admiten que la Argentina no podrá erradicar el hambre y la indigencia", titulaba hace unos días un cable de la agencia DyN. La preocupante noticia se originó en un seminario organizado por el Centro de Informaciones de las Naciones Unidas, en Buenos Aires.

Allí, Luis Di Pietro Paolo, funcionario que reemplazó a Matilde Morales en la Coordinación Técnica del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, explicó a un grupo de periodistas cómo fueron "adaptados" los ODM (Objetivos del Milenio) a la realidad argentina.

La meta de "Erradicar la pobreza extrema y el hambre" se convirtió en "Erradicar la indigencia y el hambre y reducir la pobreza a menos del 20%". "Asegurar en todo el mundo la enseñanza primaria universal" se convirtió en "

Asegurar que en 2010 todos los niños argentinos puedan completar la Escuela Secundaria Básica". "

Reducir la mortalidad infantil" (Objetivo Nro. 5) se convirtió en "reducir en 3/4 partes la mortalidad de menores de 5 años y en un 10% la desigualdad entre las provincias".

Ahora bien, el señor Di Pietro Paolo, luego de afirmar que la Argentina, en materia de Objetivos del Milenio "está bien", y que la mayoría de los Objetivos serán alcanzados, observó que el "núcleo duro" del hambre y la indigencia (situación que, según el INDEC, afecta al 8,2% de la población argentina) no podrá eliminarse en los años que faltan para 2015, ya que se trata de "pobreza estructural".

Luego, en relación con la meta de la Enseñanza Secundaria Básica, admitió que los datos publicados recientemente en un diario, sobre abandono y deserción de la escuela secundaria, siembran dudas sobre el cumplimiento del Objetivo.

En cuanto a la corrección de las asimetrías y las desigualdadees entre las provincias argentinas, el dato aportado por el citado funcionario de Desarrollo Social fue también descorazonante: a la fecha, hay catorce provincias argentinas que ni siquiera adhirieron a las Objetivos del Milenio.

Para terminar su exposición, Di Pietro Paolo habló de "desafíos pendientes", como reducir en 2/3 la tasa de mortalidad materna y aumentar la participación de la mujer en niveles decisorios... Sugestivamente, entre los "desafíos pendientes" no figuran la erradicación del hambre y la pobreza extrema. "

Ya que no podemos cambiar la realidad -dijo Joyce en una mesa de café- entonces cambiemos de conversación".

Claro que Joyce no era funcionario de ningún gobierno. Ni engrosaba carpetas ni estadísticas con el hambre del pueblo de Irlanda. Joyce era un perfecto desterrado.

En eso se parecía a los millones de pobres extremos de la Argentina a los que ciertos funcionarios han decidido dejar afuera, incluso, de los Objetivos del Milenio.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Los excluidos viven inseguros desde que nacen

por Daniel Mangona

La semana pasada nos acercamos hasta la sede de Manzanas Solidarias donde charlamos con su presidenta Liliana Berraz. Esta asociación surgió allá por el mes de diciembre del dos mil dos, cuando el país pasaba los días más tristes de la Historia.
Liliana nos cuenta acerca del trabajo que realiza Manzanas Solidarias y con cuantos chicos cuenta la institución. Ellos realizan distintos tipos de trabajos - actividades, desde hacer huerta orgánica hasta talleres de Murga. También aprenden computación.
Liliana, no solo nos habló de su institución en particular sino de la pobreza, de la falta de trabajo y de la inseguridad que se está viviendo por estos días.

MdH: ¿Que son las Manzanas Solidarias, cuándo y cómo nacen?

Liliana: El nombre mismo explica qué es Manzanas Solidarias, allá en el dos mil uno, con la tremenda crisis que sufrió todo el pueblo Argentino y que por suerte nos movilizó a todos. En ese momento por Guadalupe

pasaba mucha gente de los barrios aledaños, de los barrios pobres que tenemos acá hacia el este hacia el norte y el oeste, comiendo de la basura, especialmente muchas mujeres con sus chicos y bueno, nosotros vimos eso y se nos ocurrió que si organizábamos una manzana para ayudar a una familia no era tan pesado porque de alguna manera en una manzana hay mucha gente y poniendo un paquete de cada cosa sacábamos una canasta semanal que paliaba el hambre, nada más que eso, el hambre de una familia. Había una coordinadora por manzana, ella se encargaba de hacer conocer a quiénes estaban ayudando; habíamos realizado un pequeño censo donde figuraban los nombres de cada familia, los chicos, las edades, si había algún enfermo, si necesitaban calzado, qué número; un centro bien eficiente, digamos, de manera que en la manzana se articulaban las cuestiones para solucionar los problemas a esta familia.

MdH: ¿Podemos decir que ustedes han conformado una comisión directiva con personería jurídica y todo lo que ello significa?

Liliana: Ahora. Pero en ese momento fue una cuestión de conmovernos frente a un drama y reaccionar en una organización bastante eficiente, digamos, muy sentida porque la clase media que estaba muy mal en esos días, porque estaba con los fondos acorralados, no se animaba a usar el dinero efectivo, ya no tenían mas jardineros, la clase media estaba también sufriendo su situación, y sin embargo este trabajo que hicieron, de acercarse a una familia mucho mas pobre que ellos, a mucha gente le abrió la cabeza y entendió muchas cosas de lo que pasaba a través de haber tenido esta relación directa con una familia marginada porque no es solamente no comer, es no tener calzado, tener una vivienda con cuatro chapas, veranos e inviernos terribles, falta de agua, los chicos que repiten en la escuela, que se acercan a la adicción, que no tienen una moneda para ir al hospital: es gravísimo, yo creo que los que se acercaron a este proyecto en su momento los salvó de la depresión, un proceso que sirvió para las dos familias que se relacionaban, eso fue en el momento dos mil uno, dos y tres y simultáneamente empezamos a hacer talleres y en ese momento enseñábamos a cocinar con soja: gran pecado porque, bueno, era nutritivo y a la vez creímos que era una solución, eso fue una macana, era mucho lo que había por hacer, desde desparasitar animales porque se acercaron veterinarios a ofrecer sus servicios, así que nos dedicábamos sábados y domingos a sacar sarna y porque realmente los chicos estaban con muchas parasitosis de animales, hasta armar un emprendimiento de cuatro o cinco padres que hicieran bloques para terminar sus habitaciones, apoyo escolar, deportes y así fuimos creciendo más que todo en la parte de los talleres hacia los chicos y la parte asistencial poco a poco se fue dejando en la medida en que empezaron a aparecer los planes, en que la clase media empezó a requerir changas otra vez, señoras que limpian casas, jardineros, albañiles, y cuando se empieza mover nuevamente nosotros ponemos todo el esfuerzo en los talleres para lo chicos.

MdH: ¿Cuántos son los chicos que asisten a la institución?

Liliana: Alrededor de 100 chicos van pasando de un taller a otro. Los talleres son libres pero hay una cierta sistematización de horarios y de acuerdo a las características se arman los grupos. Los chicos van de un taller a otro, a veces concurren a uno a veces a otros pero tienen para elegir unas cuantas cosas, huerta, computación, manualidades, hay un taller de juegos para los mas chiquitos, tiene varias alternativas. Los chicos que están con nosotros desde el 2002 tienen realmente una dinámica de grupo diferente, participan, hemos salimos con ellos al teatro, al cine, hemos viajado con la murga y realmente uno nota la evolución de los grupos cuando son queridos, respetados, cuando han hecho cosas buenas, cuando se sienten capaces de utilizar una computadora, de entrar a Internet, investigar, y es que la autoestima crece a pesar de tanta pobreza y ellos se sienten fortalecidos para resolver situaciones.

MdH: Para hacer todas estas actividades que me estás nombrando se necesita dinero ¿ustedes reciben algún tipo de subsidio?

Liliana: Fundamentalmente trabajamos todos con voluntarios, todos los capacitadores son jóvenes ingenieros en sistema, profesores de educación física, músicos, que se han acercado a la institución y ofrecen sus horarios en forma voluntaria y nosotros estamos a la expectativa de entrar en algún proyecto y que el estado nos subsidie algo. El año pasado entramos en un proyecto pero en la Nación y durante un año y medio recibíamos una subvención cada dos meses, con eso sosteníamos fundamentalmente los gastos, mantener las computadoras, comprar los elementos de la murga. Mantener la sede siempre requiere de gastos fijos que sosteníamos con eso y cuando podíamos también a los voluntarios les dábamos algunos pesos para el colectivo, generalmente chicos jóvenes que no tienen un trabajo fijo. Ese programa terminó el año pasado. Antes que termine esta gestión nos aceptaron un proyecto en Promoción Comunitaria así que hemos recibido algunos pesos como para seguir, pero si no lo tenemos funcionamos igual.

MdH: ¿Han tenido la posibilidad de reunirse con el futuro intendente Mario Barleta antes de su asunción?

Liliana: No con Barleta, hemos tenido una reunión acá con Binner, con todos los que van a ser sus ministros que vinieron acá a la Cooperativa Setúbal. Ahí los convocamos entre todas las instituciones del Barrio que conforman la red comunitaria que se armó por el problema de las adicciones a las drogas. Hemos tenido una conversación, inclusive le hemos acercado lo que nosotros consideramos que son políticas de Estado; les hemos hecho propuestas concretas de como podría de alguna manera revertirse esto, que por supuesto va a llevar años, ya que este es un proceso del cual va a costar mucho salir por todo lo que significó dejar excluido al cuarenta por ciento de la población.

MdH: ¿Por qué crees que a los políticos les cuesta tomar este tipo de medidas?

Liliana: Creo que deberían tomar medidas que reviertan en el bien de todos, inclusive en el de sus propios hijos, acá estamos en riesgo absolutamente todos; por ahí a mi me dicen: vos no tenés problemas porque tenés pasaporte para entrar a los barrios; sí, conozco mucho, pero el riesgo que tenemos de encontrarnos con un chico que está dado vuelta por el pegamento y que no sabe lo que hace, ese riesgo lo tenés vos, yo, y lo tienen mis hijos o sea que acá hay que empezar a tomar políticas muy en serio que hagan al respeto de la gente que quedó excluida. Yo ya no hablo de inclusión porque tampoco me parece que sea la palabra correcta; la inclusión en un sistema capitalista que existe porque excluye. No podemos esperar que el sistema capitalista incluya. Es una contradicción, lo que tenemos que empezar a ejercer son políticas que empiecen por respetar los derechos humanos que han sido vulnerados en todo el sector que quedó excluido, desde salud, vivienda, educación .Hoy tampoco sirve el sistema escolar. Con la Ley Federal que dejó fuera del sistema a muchos chicos.

MdH: Hace un mes en Guadalupe hubo un homicidio, vecinos de Barrio Judicial llevaron a cabo un alarmazo ¿Como está el Barrio en cuanto a la seguridad?

Liliana: Mirá, la palabra seguridad a mi me parece que la tenemos que empezar a pensar profundamente, porque cuando hablamos todo el mundo de seguridad, estamos hablando de lo que sufre el sector medio que está entre el sector de pobreza y los que están en los Country, este sector es el que sufre el embate de la delincuencia, pero el tema de la seguridad como tal y de la delincuencia es consecuencia de la gran inseguridad en la que vive el sector excluido, que vive inseguro desde que nace, inseguro en salud, inseguro en vivienda, inseguro porque están las adicciones ahí, el padre no tuvo trabajo, de esa inseguridad en la que vive este sector, mucho mas grave de la que vivimos nosotros como clase media y esa inseguridad los lleva a ellos a que muchas veces estén muy cerca de la delincuencia, muy cerca de las adicciones y los hechos violentos que, por supuesto, nos tocan muy de cerca a nosotros también, pero la clase media lamentablemente cuando sentimos este embate analizamos muy livianamente y enseguida decimos: estos se tienen que ir de acá, hay que poner mas policías, nunca miramos por qué se produce esta inseguridad. Los grandes ladrones que nos llevaron el país, los que dejaron al sector afuera, pasan por al lado y los saludamos con respeto, entonces no es que estamos con las púas hacia arriba de la misma manera que estamos hacía abajo, estamos siempre pinchando para abajo. Yo no escucho a nadie que saque carteles que grite contra Menem, contra Reutemann, contra los que de alguna manera apoyaron un sistema, un neoliberalismo que nos dejó maltrechos a todos y sin embargo cuando salimos a gritar, cuando salimos a pedir seguridad nadie los nombra, estamos diciendo: mas policías, qué pasa con aquel sector, solamente los ojos están para abajo, no niego que de ahí viene el problema en el sentido de que nosotros lo sentimos; la mayor parte de los hechos de violencia se producen porque actúa este sector, pero nosotros clase media que hemos leído y leemos los diarios, que tenemos que estar un poco mas informados, cuando analizamos tenemos que analizar y apuntar los dardos a donde corresponden.

MdH: ¿A que le atribuís esa falta de participación en la ciudadanía?

Liliana: Generalmente son las mismas caras las que nos encontramos en todas partes, el tema es que hay una cierta comodidad, cierta indiferencia, individualismo, "trato de solucionar mi problema", "a mi no me va a tocar", pero eso es grave, pero más grave ya te digo me parece esa forma de encarar estas problemáticas que son tan complejas y se toman muy livianamente y siempre con una actitud discriminatoria hacia el sector pobre.

MdH: ¿Se le podría atribuir esta falta de participación a los momentos duros que ha pasado nuestro país, me refiero desde la dictadura hasta estos tiempos?

Liliana: Sí, pero sin embargo los que hemos sobrevivido a la Dictadura somos los que de alguna manera estamos siempre presentes en estas cuestiones de participación.

MdH: Suponiendo que en estos cuatro futuros años se implementaran adecuadas políticas de cambios ¿Estaríamos a tiempo para revertir la situación?

Liliana: Yo creo que sí, si hay concepciones ideológicas claras, las políticas tienen que ser coherentes, por supuesto que se puede, por supuesto que tampoco van alcanzar cuatro años, me parece que las políticas de estado deben pensarse para continuar a pesar de los cambios de gobierno, una política de estado que esté tratando todo este tema de erradicar los bolsones de pobreza haciendo promoción humana profunda no va a llevar cuatro años, va llevar cuatro por cuatro entonces no puede ser que al cambio de políticos, al cambio de gobierno las políticas de estado decaigan y en esto lamentablemente lo gobiernos peronistas han usado a la gente de los barrios, han desarrollado esa cultura de punterismo que destruyó la militancia, destruyó a líderes populares en los barrios, entonces, remontar a contra corriente nos va llevar mucho tiempo.

MdH: Vos, cuando te referís a chicos golpeados por la droga, cuando llegan a la institución con ese problema, cómo trabajan para rescatarlo? Debe ser difícil, ¿no?

Liliana: Mirá, cuando están bajo los efectos de alguna sustancia, es imposible, inclusive da temor, no reconocen ni tienen un criterio, y cuando no hay un criterio inclusive con sus papás, con sus hermanos, cuando no hay reconocimiento de valor, es difícil; pero nosotros en realidad, no es que trabajamos con el chico que sabemos que es adicto, trabajamos con todos y tratamos que todos se quieran a sí mismos, que vean que a pesar de lo que les tocó vivir son capaces de encarar un proyecto para su vida, por eso la capacitación y la sana recreación son los dos objetivos fundamentales; en nuestros talleres se capacitan, se autoestiman y en la medida en que saben que pueden; que son buenos, que la gente los aplaude, que la gente los respeta, que cuando van vendiendo los productos que producen en la huerta los productos son todos orgánicos y ellos los ofrecen con orgullo y recalcan que no usan ningún producto químico, todo eso hace que ellos se sientan personas respetables. Te contaba que con todo esto la inseguridad que esta viviendo el Barrio de Guadalupe y yo diría que la ciudad también, con las exigencias nuestras de mas seguridad, el poder como no tiene políticas de estado que hagan la prevención nos tiene que tratar de demostrar a todos nosotros que algo hacen, entonces llenan de policías las calles con caballos y tienen a la vez que demostrar que encuentran a los culpables. Y yo te digo que después del asesinato de esta pobre señora a un montón de chicos y a un montón de papás los han detenido, sopapeado y les han dicho: hacete cargo de la muerte de la vieja, palabras textuales de policías que han tomado a chicos que andan dando vuelta por la calle .Entonces, es por eso que digo que nosotros, clase media, a veces, cuando exigimos tenemos que apuntar realmente a los sectores que tiene que hacer profundas políticas de estado. Mas policías se ha demostrado que ya no sirve, ya no alcanza con mas policías, vos viste que a partir de que asumió, por ejemplo el Señor Juan Ruiz que empezó con toda la fuerza a allanar todos los barrios, era todos los días operativos, y sin embargo nada aflojó, aparecieron los delincuentes en el centro, es decir, se corrieron de un lugar a otro, asesinato acá robo allá, ya no alcanza eso para nada, al contrario, yo te digo, enardece mas a muchos sectores, acá se necesitan políticas que van muy a largo plazo, los bolsones de pobreza son los lugares donde hay que invertir, pero invertir mucho recurso humano y mucho recurso material.

MdH: Una reflexión a la ciudadanía santafesina.

Liliana: Guadalupe fue desde siempre Barrio residencial seguro pero desde hace algunos años se empezó a ver la pobreza en las calles, proveniente de asentamientos irregulares cercanos, esto merece analizar el tema como corresponde, no podemos analizar el tema de la delincuencia desde un solo punto de vista. Hoy ellos mismos viven en un estado de inseguridad permanente; con sus propios hijos que se acercan al alcohol, al pegamento, hijos que han quedado fuera de la escuela, son también cachorros humanos, son también hijos de todos, reaccionemos especialmente con la gente joven, con los chicos que están todavía a tiempo de sacar adelante un proyecto personal de promoción humana.





Fuente: El Mango del Hacha (http://www.elmangodelhacha.com.ar/revista108nota5.htm)